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Las Conversaciones de Shri Chaitanya Mahaprabhu y Ramananda Ray

Shri Chaitanya Mahaprabhu habla de la necesidad de recurrir a una de las allegadas de Shrimati Radharani cuando dice a Ramananda: kiba vipra, kiba nyasi shudra kene naya, yei krishna-tattva vetta sei ‘guru’ haya: «Por qué te niegas a darme algunas instrucciones? Aprendo tanto de ti. Tu sabes tanto acerca de los pasatiempos de Krishna y por eso eres gurú y Yo estoy aquí para escucharte. Cualquier persona que posee el tesoro de Krishna-lila y puede distribuir su contenido a los demás sin duda alguna es un guru». Las conversaciones famosas de Ramananda Ray y Shri Chaitanya Mahaprabhu se produjeron en las orillas del río Godavari. El nombre Godavari tiene un significado muy profundo: se refiere al lugar donde nuestros sentidos espirituales se saturan al máximo. La ocupación perfecta para todos nuestros sentidos esta en las orillas del río Godavari: «No es necesario abstenerse de los sentimientos. Si vosotros vais a poder erradicar el espíritu de la explotación y la renunciación entonces vuestros sentimientos se dirigirán a Krishna y estarán totalmente saturados. Estas dos inclinaciones os cierran el camino a Krishna y para llegar a Él correctamente hay que utilizar vuestros sentidos al máximo». Esto se comentaba en las orillas del rio Godavari.

Allí, en la famosa conversación con Ramananda Roy Shri Chaitanya Mahaprabhu comenzó a acercarse al servicio devocional puro de la manera general y profunda. Estas conversaciones han sido descritas en «Chaitanya-charitamrita», Madhya-lila (8.51–313). Mahaprabhu preguntó a Ramananda Ray, prabhu kahe: pada shloka sadhyera nirnaya. «Cuál es el objetivo final de la vida? Quiero escuchar no sólo tus afirmaciones sino que también algunas citas de libros sagrados que las confirman». Ramananda Ray respondió así: raya kahe: sva-dharmacharane vishnu-bhakti haya. «Cumple con tu deber sin esperar ninguna recompensa a cambio». Sva-dharma es varnashrama-dharma, el conocimiento védico de la estructura de la cociedad. «Tu situación social actual es la consecuencia de tu karma pasada. De acuerdo con tu posición actual tú tienes que llevar a cabo tus deberes prescritos pero con una condición: no esperes ninguna recompensa. Al realizar tus obligaciones de varnashrama-dharma y al no hacer nada para conseguir algunos objetivos mundanos alcanzarás Vishnu-bhakti, devoción al Señor». Esto se afirma en «Vishnu-purana» (3.8.9):

varnashramacharavata
purushena parah puman
vishnur aradhyate pantha
nanyat tat-tosha-karanam

«La única manera de complacer a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Vishnu, es adorarle realizando bien las obligaciones dentro del sistema social de varnas y ashrams». Aquí Ramananda Ray dice que Vishnu-bhakti, la devoción al Señor omnipresente, es la meta y el propósito final de nuestras vidas. Así es la percepción del Señor-Vasudeva: todo reside en Él y Él está en todas partes. Ramananda explicó que hay que dejar intereses personales y tratar de alcanzar el objetivo lo que nos llevará hasta el nivel de la conciencia de Vishnu, Vishnu-bhakti. La resignación ante el Señor Vishnu, el Espíritu Interior omnipresente, es el propósito de toda la vida. Hay que restaurar nuestra relación con Él y vivir de acuerdo con ello una vida espiritual en una esfera más profunda y sutil y no una vida de materia.

Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo: «Todo esto es superficial; tienes que ir más profundo». Por supuesto, podemos suponer que la verdadera vida religiosa comienza desde la abstinencia de los objetivos especiales locales y trabajo para el bien común como ya ha sido afirmado y establecido en los Vedas y Upanishadas. Pero Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo: «Todo esto es superficial; tienes que ir más profundo». Entonces Ramananda Ray dijo: krishne karmarpana — sarva-sadhya-sara, «dar todos los frutos de trabajo a Krishna-es la esencia de toda la perfección». En varnashrama-dharma las personas en su mayoría se dedican a las actividades superficiales y no piensan en renunciar a los frutos de su trabajo. Incluso si ellos ejecutan sacrificios no se dan cuenta de que todos los sacrificios son para Vishnu o Krishna. Ellos adoran a la diosa Durga, realizan el rito funeral de shraddha y un montón de otros ritos religiosos. Al fin y al cabo todo esto indirectamente o no está asociado con Vishnu. Lo sepan o no, pero esta relación existe. Es el concepto general de varnashrama. Sin embargo, aquí Ramananda dice que es mejor ser directamente consciente de que Krishna es el gobernante supremo. Los frutos de todos nuestros esfuerzos dentro del sistema de varnashrama deben estar entregados a Krishna. Si vamos a realizar todas nuestras actividades físicas, sociales, civiles y espirituales en la conciencia de Krishna entonces podremos acercarnos más a la meta de nuestra vida. Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo: «Todo esto es superficial, tienes que ir mas profundo». Ramananda Ray arrojó nueva luz citando Bhagavad-gita (18.66): sarva-dharman parityajya mam ekam sharanam vraja, «deja todas tus obligaciones y entrégate a Mí». Hay que definir con más precisión el propósito de la vida y no bajarlo a las actividades superficiales de varnashrama. Hay que darle menos importancia al lado formal de nuestra actividad: y no importa si soy un rey, un sabio brahmán o un simple trabajador. A veces pensamos: «Yo tengo estos y estos deberes», pero no es lo más importante. Y no hay que apegarse a ello. El rey puede abandonar su reino y vivir como un brahmán, convertirse en un monje. Un shudra puede dejar de trabajar y vivir de las donaciones cantando el nombre de Krishna. Un brahmán no puede dejar de ejecutar sacrificios y convertirse en un mendigo. Por eso lo principal para nosotros es el objetivo de la vida y no el tipo de las responsabilidades que ejecutamos. Hay que entregarse plenamente al servicio sin pensar en el entorno actual y las obligaciones.

Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo: «Todo esto también es superficial. Tienes que ir más profundo». Entonces Ramananda Ray comenzó a hablar de gyana-mishra-bhakti, el servicio devocional con un toque de conocimiento. Él citó un verso de Bhagavad-gita (18.54) donde Krishna dice:

brahma-bhutah prasannatma
na shochati na kankshati
samah sarveshu bhuteshu
mad-bhaktim labhate param

Aquel quién ha entendido su igualdad con el Espíritu trascendental deja de lado el mundo material. Todas las pérdidas y ganancias mundanas no significan nada para él. Él es el espíritu que aspira llegar al mundo del alma y es indiferente a todo en este mundo: sea virtud o el vicio. Se ha dado cuenta plenamente de que él es el alma que no tiene nada que ver con el amundo material y obtiene satisfacción de sí mismo. Él es atmarama, el plácido: él no lamenta de nada y no busca nada. Va a llorar por sus pérdidas? No. Él va a pensar: «Esto no es nada. Es sólo material». Y cuando compra algo tampoco se alegra ya que también es material, algo innecesario e insignificante. En esta etapa él puede comenzar verdadero servicio devocional; el alma del devoto puede comenzar a vivir en el reino espiritual con el puro deseo de servir que no se mezcla con ningunas aspiraciones mundanas. Aquel quien ya ha alcanzado el reino espiritual obtiene acceso a un tipo de servicio más alto. Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo: «Esto también es superficial. Esta persona se encuentra solo en el umbral del servicio devocional y no ha entrado lo suficientemente en contacto con la devoción. Él no ha entrado en el mundo de bhakti, solo está a la espera en las puertas. Él puede alcanzar bhakti pero aún no lo ha hecho. Todo Ya está terminado para las fuerzas negativas, y, sin embargo, él sólo está en el umbral, él no ha entrado aún. Él puede entrar pero puede que no va a entrar. Todo lo que va a recibir allí será puro pero todavía está en el umbral».

Entonces Ramananda Ray dijo: jnane prayasam udapasya namanta eva — «es muy difícil liberarse del hechizo del conocimiento». Nosotros pensamos: «Primero yo quiero entender todo y luego voy a actuar». Detrás de estas palabras se encuentran el cálculo y la sospecha. Antes de actuar, queremos conocer todo y sólo entonces vamos a arriesgar nuestro capital. El ego, nuestro «yo», es muy fuerte y quiere obtener una estimación de los costes y las adquisiciones. El ego piensa: «Yo soy el dueño. La clave está en mis manos. Yo quiero revisar todo, saberlo todo. Yo sé lo que es bueno para mí». Así que nos consideramos maestros y no sirvientes y hacemos preguntas desde el punto de vista de los amos. Pero hay que dejar esta prudencia si de verdad queremos entrar en el mundo del Señor donde todo es más grande que nosotros. Allí nadie nos va a dar explicaciones como si nosotros fuéramos sus amos. No nos van a disuadir: «No, tu no perderás nada pero ganaras mucho». Nosotros podemos pensar: «Yo soy una persona independiente y en mi cuenta no puede haber pérdidas. Voy a estar aquí con la cabeza bien alta», pero esto no está bien. Debemos ser unos esclavos cuando llegamos allí y no amos y tener el siguiente estado de ánimo: tengo que inclinar mi cabeza. No vamos a caminar allí por todas partes con la cabeza bien alta porque allí todo nos supera.

Vamos a pisar esa tierra trascendental donde el propio suelo, el agua, el aire y todo el resto está hecho de materiales que superan a los materiales de los que estamos hechos nosotros. Todos ellos son nuestros gurús y nosotros somos sus discípulos. Todos ellos son los amos y nosotros somos sus siervos; tendremos que poner los pies en la tierra donde todo nos va gobernar. Tendremos que obedecer y esto será nuestra verdadera dignidad. Vamos a hacer todo lo que nos van a ordenar. No tendremos que hacer trabajar nuestros cerebros demasiado. Nuestros cerebros no tendrán nada que hacer allí. Allí todos tienen más cerebro que nosotros. Allí vamos a necesitar sólo las manos. Habrá que hacer el trabajo más humilde. Hay suficiente cerebro allí. Pisaremos esa tierra si vamos a querer a hacerlo. Para nosotros es la tierra de la esclavitud. Por lo tanto, tenemos que tirar nuestros cerebros y pisar aquella tierra llevando con nosotros sólo nuestros corazones. Hay que pensar: «Soy más insignificante que un insect». Así pensó el Señor Brahma cuando visitó al Señor Krishna en Dvaraka. Y este sentimiento no debe ser temporal y no es que nos ponemos una máscara de humildad y luego cuando hacemos lo que hay que hacer nos despedimos de ella. No. Allí tendremos que estar siempre conscientes de nuestra insignificancia. Por supuesto, tenemos el derecho a esperar un poco de información acerca de la conciencia de Krishna sobre lo buena que es, grande y útil para nosotros. Tendremos el derecho a pariprashna (preguntas sinceras). En el mundo trascendental todos son nuestros amigos. Ellos vendrán a ayudarnos, nos ayudaran a comprender el maravilloso servicio devocional y nos ayudaran a entender que la vida en la conciencia de Krishna es la mejor de las que hay. Ellos evaluarán nuestras aspiraciones y pureza de la mente. Los reclutadores antes que nada tendrán en cuenta la pureza de nuestras intenciones y solo luego estudiaran nuestra situación y nuestras capacidades. Y aunque a primera vista puede parecer que seremos unos esclavos el resultado final será completamente opuesto. Si podréis entregaros y convertiros en esclavos entonces conquistareis a Aquel a Quien es imposible conquistar. Los amigos vendrán a ayudaros, los sadhu vendrán a ayudaros a entender que vosotros tenéis que convertiros en esclavos y que Krishna ama a Sus siervos. Él gobierna Sus esclavos y a veces Él mismo quiere convertirse en el esclavo de sus esclavos (gopi-bhartuh pada-kamalayor dasa-dasanudasah). Aquí está la clave del éxito, y esta forma de pensar nos ayudará a lograr el propósito más elevado. Shri Chaitanya Mahaprabhu dijo a Ramananda Ray: «Sí, eso es. Aquel quien se entrega al inconquistable al final lo conquistara. Podemos conquistarlo. Creo que este es el principio del amor divino: recibimos tanto cuanto arriesgamos». «Creo que este es el principio de shuddha-bhakti, el servicio devocional puro, — dijo Shri Chaitanya Mahaprabhu, — pero sigue adelante».

Ramananda Ray explicó que en la etapa inicial el servicio devocional puro se desarrolla en su forma más general. Cada vez el servicio madura más y toma la forma de shanta (servicio indefinible), dasya (servicio), sakhya (amistad), vatsalya (el amor de padres) y madhurya-rasa (el matrimonio). Shanta-rasa tiene dureza, nishtha; el devoto piensa: «No puedo dejar de pensar en que estoy conquistado por la Verdad». De la rasa indefinible crece dasya-rasa, el deseo de servir de alguna manera al Señor. Cuando el devoto no tiene suficiente con sentarse mostrando su lealtad al Absoluto Supremo entonces quiere ser usado por el Absoluto. Él espera algunas órdenes del Señor y reza para obtener Sus instrucciones. Cuando el devoto quiere ser usado por el Señor esto se llama dasya-rasa, devoción con el espíritu de servicio. Después viene sakhya-rasa, el servicio devocional basado en la amistad.

Cuando a dasya-rasa se le añade confianza entonces se sube un poco. Por lo general, los viejos siervos gozan de la confianza especial; justo cuando al servicio se le añade confianza se convierte en el servicio de sakhya-rasa, el servicio devocional amistoso. Todo se inicia cuando aparece nishtha, humildad, entonces el devoto quiere que el Señor lo use para Su propia complacencia, luego este uso se convierte en el servicio amistoso de más confianza, sakhya-rasa. En Vaikuntha donde todos sirven al Señor Narayana con un poco de prudencia se encuentran sólo shanta-rasa, dasya-rasa y un poco de sakhya-rasa. Allí no puede haber plena confianza. Veneración, esplendidez — todo desaparece a medida que nuestra relación con el Señor se vuelve de más y más confianza. Entonces el objeto de nuestra adoración o amor aparece ante nosotros de otra manera. Luego de Vaikuntha vamos a Ayodhya, la morada divina del Señor Ramachandra, donde hay rasa indefinible, de servicio y de amistad cuyos ejemplos son Vibhishana y Sugriva. Allí también se puede encontrar rastros de vatsalya-rasa, el amor de padres al Señor.

En vatsalya-rasa la confianza llega en su desarrollo a una etapa especial en la que el devoto piensa que la posición lograda le permite proteger y defender al Objeto de su adoración. El amor al Señor como si Él fuera el propio hijo también es servicio. Aunque a primera vista los padres parecen ser dueños de la situación, tienen el poder sobre el Señor: a veces lo regañan o castigan. Pero en realidad todo esto es aparente. Cuando nos profundizamos en el servicio descubrimos un amor muy especial que no se compara con nada. Aunque pueden castigar o regañar al Señor detrás de esto se oculta su profunda preocupación por Él. Vatsalya, el amor paterno al Señor es un tipo especial del amor divino. Una similitud muy remota con Vatsalya podemos encontrar en Ayodhya por lo que allí casi no le dan importancia.

Rupa Goswami a la primera se transportó de Vaikuntha a Mathura. En «Upadeshamrita» (9) él escribe: vaykunthaj janito vara madhu-puri tatrapi rasotsavad. «Mathura es una rasa más alta que Vaikuntha porque allí apareció el Señor Sri Krishna». Es allí donde todo parece estar claro e importante. En Mathura nosotros encontramos al Señor Krishna. Rupa Goswami se transportó de Vaikuntha a Mathura a la primera pero Sanatana Goswami llenó el vacio. En el libro «Brihad-Bhagavatamrita» él dice que en el camino de Mathura rasa aparece Ayodhya rasa, el reino espiritual del Señor Rama, donde nosotros encontramos sakhya-rasa y vatsalya-rasa. Sin embargo, Rupa Goswami inmediatamente llegó a Mathura. Él escribe: «Id a Mathura. Allí sakhya-rasa y vatsalya-rasa se ven claramente». Él mostró cómo en Mathura se manifiesta el servicio de sakhya-rasa. Los devotos de allí juegan con Krishna, a veces se suben sobre sus hombros e incluso a veces pueden pegarle. Pero a pesar de que lo tratan de esta manera sus corazones están llenos del espíritu devocional muy especial. Aquí está la prueba de ello: ellos están dispuestos a dejar el cuerpo miles de veces con el fin de sacar la astilla de Su talón. Ellos están dispuestos a sacrificar sus vidas por el más mínimo disfrute de su Amigo. Para ellos Él es mil veces más importante que sus propias vidas. Lo mismo se puede decir sobre los devotos de vatsalya-rasa: los devotos estan dispuestos a dar sus vidas millones de veces por el más mínimo capricho de Aquel a quien ellos adoran. Así es el amor que ellos tienen en sus corazones. Tras vatsalya-rasa viene el amor conyugal (madhurya-rasa), que incluye el apego (shanta-nishtha), servicio (dasya), confidencialidad de amigos (sakhya) y el amor de los padres (vatsalya-rasa). En madhurya-rasa que contiene todas las demás rasas cada átomo de nuestro ser se dedica plenamente para agradar a Krishna.

Madhurya-rasa se vuelve aún más sublime cuando toma la forma de parakiya, relacion de amantes. En parakiya-rasa las gopis arriesgan todo por el bien del servicio de Krishna. Hay dos tipos de parakiya-rasas. En uno de ellos no se da ninguna garantía de ver al Señor: el encuentro puede ocurrir o no. Como los encuentros son tan raros se vuelven aún más dulces. Otro tipo de parakiya-rasa podemos describir así: hemos oído que la comida normal no parece a Krishna tan sabrosa como la que Él roba. Lo mismo ocurre en parakiya-rasa: «Engañando consigo lo que quiero. Robo lo que pertenece a otro». Este papel le parece más atractivo al sujeto. Y los devotos de Krishna arriesgan todo por Él: su buen nombre, su posición en la sociedad, su futuro — incluso descuidan los mandamientos de los libros sagrados. Ellos ponen todo en juego. Así que una vez en Madrasa el rey de Jaipura nos donó el dinero para la construcción del templo. El dinero fue enviado a la administración central del Math en Calcuta. En total teníamos que conseguir 5.000 rupias y después de la primera aportación de 1.000 rupias fue enviada una persona del centro principal que se suponía iba a comenzar la construcción. Poco después, nosotros también fuimos enviados con Madhava Maharaj a Madras y allí nos informaron acerca de la inminente llegada del rey. Queriendo mostrar que alguna parte del trabajo ya estaba hecha nosotros aceleramos un poco la construcción para que se le pudiera decir: «Ya gastamos todo el dinero y ahora necesitamos una nueva aportación». Para ello tomamos un préstamo para comprar ladrillos y otros materiales necesarios para el proceso de la construcción. Cuando escribimos acerca de ello a Guru Maharaj temíamos que él nos castigara: «Por qué cogisteis el préstamo?» Pero en cambio, él lo aprobó: «Habéis arriesgado vuestro futuro para servir a Krishna. Habéis cogido el préstamo lo que significa que tendréis que devolverlo. Así que vosotros habéis incorporado en el servicio vuestra futura energía. Para pagar el préstamo tendréis que ahorrar el dinero. Así que por el bien del servicio habéis arriesgado vuestro future». Las gopis conscientemente toman esos riesgos: «Hemos desobedecido a los mayores, violamos los mandamientos de los Vedas. Nuestro comportamiento no se aprueba ni por la sociedad ni por los libros sagrados. Nuestro futuro está cubierto de tinieblas». Y sin embargo, ellas no podían dejar de servir a Krishna. Así que, vaikunthaj janito vara madhu-puri tatrapi rasotsavad. Janito es vatsalya-rasa y madhurya-rasa en Vrindavan: radha-kundam ihapi gokula-pateh. En madhurya-rasa hay tres grupos de devotos: los devotos de Vrindavan en general, un grupo especial de devotos de Govardhan y un grupo de devotos más sublimes de Radha-kunda. Todo esto ha sido revelado en la conversación entre Ramananda Roy y Shri Chaitanya Mahaprabhu.

Después de esto Shri Caitanya Mahaprabhu dijo: «Sigue adelante». Entonces Ramananda Ray comenzó a hablar acerca de cómo Shrimati Radharani sirve en madhurya-rasa. Su servicio pertenece a una categoría superior que el servicio de las demás gopis. Radham adhaya hridaye tatyaja vraja-sundarih (Jayadev Goswami, «Gita Govinda», 3.1). Era posible disolver todo el grupo de gopis y dejar sólo a Shrimati Radharani. Qué es tan especial y poco común que ella tiene en su servicio? Krishna aparece como Original Personalidad Divina (svayam-rupa) solo cuando está con Shrimati Radharani. En relación a las otras gopis a veces aparece prabhava-prakash, parigual manifestación de Krishna, y no svayam-rupa, Krishna en Su forma original. Así es la exclusividad de Shrimati Radharani. Tenemos que mostrar el mayor respeto ante este sublime ideal del servicio devocional.

Entonces Shri Chaitanya Mahaprabhu hizo la última pregunta: «Puedes imaginar algo más sublime que esto?» Ramananda Ray respondió: «Me pediste confirmar mis palabras con citas de las Escrituras pero no encuentro citas que confirman lo que te voy a decir un poco más tarde. Sin embargo, ha nacido un sentimiento nuevo en mi y si quieres Te hablo de ello». De este modo apareció una canción de Ramananda Ray. Él la prologó con siguientes palabras: «Yo no sé si te van a gustar mis palabras pero me parece que hay un nivel más elevado que aquel en que se encuentran Radha y Govinda. Es la etapa en la que ambos Ellos se juntan como el más y el menos. Entonces no hay una conciencia individual clara y Uno de Ellos olvida de sí mismo y está en busca del Otro. Esta búsqueda es muy apasionada e intensa. Este amor es más sublime. Radha y Govinda buscan Uno al Otro con tan persistencia que ni siquiera se dan cuenta de si están juntos o no. A veces Radharani siente el temor de perder a Krishna incluso cuando Él está allí y ese miedo se vuelve tan fuerte que parece como si Ella ya Lo había perdido. Ellos están juntos pero el miedo de que pueden perder Uno al Otro hace que Su encuentro sea insoportablemente doloroso. Así la madre siempre tiene miedo de que le pasea algo a su hijo (anishta-sankini bandhu-hridayani bhavanti hi). Ella piensa: «Mi hijo no está en casa. A no ser que le ha pasado algo grave». Este miedo en separación es un signo de amor profundo.

En la canción de Ramananda Ray había un indicio de la aparición divina de Shri Chaitanya Mahaprabhu que representa en si la unión de Radha y Krishna que reconocen a sí mismos como entidades separadas. Ellos buscan Uno al Otro. Krishna mismo se llena con los sentimientos de Radharani y parece que se unen en el abrazo. Entonces Shri Chaitanya Mahaprabhu cerró con su mano la boca de Ramananda Ray y dijo: «No mas». Rasa-raja maha-bhava — dui eka rupa. El Señor Shri Krishna es la fuente de toda la alegría y Shrimati Radharani es la personificación del amor embriagador al Señor. Ambos Ellos se unen en la personalidad de Shri Chaitanya Mahaprabhu.

Mahaprabhu dijo: «Como eres el devoto perfecto dondequiera que mires ves a Krishna en todas partes y nada más. El objeto de tus aspiraciones está en todas partes». «Mi Señor, — replicó Ramananda Ray, — no trates de engañarme. Tú has venido aquí amablemente para purificar a este pecador y no tienes que usar este tipo de trucos. No voy a escuchar más Tus discursos. Manifiéstate ante mí en Tu verdadera forma. Quién eres?» Entonces Mahaprabhu dijo: «Gracias a tu amor y devoción podrás conocer todo en este mundo. Nada se ocultara de tu mirada de amor». Premanjana-chhurita-bhakti-vilochanena. Y Mahaprabhu se manifestó ante Ramananda Ray: «Cuando ves que mi piel es de color de oro que sepas que no es así. Se ha puesto de este color porque me tocó Radharani. Pero a quién toca y abraza Radharani? Ella toca solo a Krishna y a nadie más. Ahora sabes quién soy Yo: Rasaraj, el encanto mismo, y Mahabhava, aquella que disfruta de esta rasa más sublime. Mira cómo se entrelazan!» Ramananda Ray cayó inconsciente al suelo. Él ya no pudo contener sus sentimientos. Luego Shri Chaitanya Mahaprabhu le tocó con la mano y Ramananda Ray volvió en sí de nuevo. Él volvió a su antiguo nivel de conciencia y vio a un sannyasi sentado ante él. Después de un corto silencio Mahaprabhu dijo: «Quédate aquí. Pero me tengo que ir». Otra vez en la conversación con Ramananda Ray Shri Chaitanya Mahaprabhu le dijo: «Ramananda, mientras Yo vivo Yo quiero que estés a mi lado». Ramananda respondió: «Sí, tengo que tomar refugio en Tus divinos pies y permanecer allí hasta el final de mis días». Más tarde Ramananda Ray consiguió el permiso del rey de Orissa para dejar el servicio del gobernador de Madras y se quedó en Jagannatha Puri. Durante casi dos años Shri Chaitanya Mahaprabhu viajaba por lugares santos del sur y del oeste de la India y finalmente volvió a Jagannatha Puri donde ellos se encontraron de nuevo.

Se dice que Mahaprabhu tomó diksha (la iniciación espiritual) de Ishvara Puri. También tomó el voto de renuncia (la iniciación a sannyas) de Keshava Bharati para poder predicar. Y para poder entrar en los pasatiempos trascendentales de Krishna en Vraja Él tomó la iniciación de Ramananda Ray en raga-marg.

En «Chaitanya-charitamrita» (Madhya-lila, 8.204) se dice que aquel quien desea entrar al mundo de la devoción espontánea de los pasatiempos de Krishna en Vrindavan debe buscar refugio en la doncella de madhurya-rasa. Estas doncellas saben todo lo que hay que saber. Todo el tesoro de madhurya-lila está en sus manos. Y sólo ellas pueden distribuirlo a los demás. En madhurya-rasa un gurú aparece en forma de sakha, una sirvienta de Radharani (guru-rupa-sakhi). Ramananda Ray era Vishakha Sakhi, la mano derecha y la sirvienta personal de Shrimati Radharani.


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